jueves, julio 06, 2006

Memoria

Claro, hay cosas que nos vienen dadas por siglos de memoria que arrastran nuestros genes. Miles de años en esa hipnosis frente a la hoguera, en ese placer lento de ver un atardecer en verano, en ese gesto primero al despertar por la mañana. Esas situaciones frente algo que han sucedido siempre o casi siempre. Miles de cosas que vienen ahí, en esa memoria casi eterna. Pero pensaba ahora, hace un rato, en estos, en los que son casi una novedad, aunque en el fondo tengan mucho de otros, variaciones de esos antiugos gestos o reacciones. No se si se parecen pero no hay memoria en esa reacción, o hay muy poca memoria, por ejemplo en la de viajar en avión y ver el planeta ahí abajo, bastante reducido su tamaño, la ciudad convertida en una maqueta de nuestra propia ciudad, y sin embargo hay una especie de lentitud, de atontamiento parecido al de mirar el fuego. O mirar el otro tren que pasa en dirección contraria al nuestro, así, tan de repente, como un flash, donde no se distingue nada, ni nadie, sabiendo que hay algo y alguien. Me recuerda, sin embargo, aunque muchisimo mas breve, a la sorpresa de mirar el sol allí a lo lejos. No se, reacciones que ni siquiera me pertenecen, que estan ahí y vienen desde atrás, y que se parecen a las nuevas, que sospecho que me pertenecen mas que esas casi impuestas. O no.

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