martes, enero 17, 2006

Treintañeros modernos. Un mundo "cool"

No tengo nada contra ellos, son a menudo tipos muy sensibles que bajo esa inmensidad de prejuicios esconden a grandes individuos, pero si es cierto que hay cosas de su actitud que me cargan y que me parecen insolitas. Inicialmente juegan a soprender. Les encanta exhibir sus conocimientos, pero aquí entra mi primera crítica. Tienen conocimientos amplios tanto en las artes como en política, filosofía, geografía y sobre todo, su gran fuerte, idiomas, pero esos conocimientos son vacios, escupen datos, tendencias, estilos, corrientes, pero como si nada de eso los hubiera traspasado, como si nada de eso hubiese tocado su pobre alma enferma. Son conscientes de la cultura. Acuden a ver buenas películas, las críticas con la voz del que cree que sabe mucho. Van a exposiciones, hacen comparaciones con otros autores. Han leido algunos buenos libros y se sabe por que se encargan de hablar constantemente de esos escritores de los que han leido esos buenos textos, pero que sospecho pasaron sin pena ni gloria por esos espiritus vacios e insolentes. Su fuerte es hablar de esos paises "no habituales" a los que han viajado en sus ultimas vacaciones, a menudo esos viajes son fuera de temporada "Ellos no viajan con el resto de la manada" , y son "super" críticos con el turismo. Ellos si, ellos al contrario que el resto de viajeros del mundo occidental si se meten de lleno en la cultura de esos paises "raros" (Creo que esa es la actitud que menos soporto), y claro luego llegan a casa a darnos sus lecciones y sus reflexiones del contraste del mundo. Estos muchachos llegan a casa y nos narran lo mal que estan las cosas por ahí fuera y lo bien que vivimos aquí. Entonces llega su gran momento en la vida, empiezan despotricar y a poner verde cada una de las actitudes de los que les rodean. Sus padres, los cuales a la mayoría les siguen haciendo el ingresito mensual a pesar de sus treinta años, sus colegas de toda la vida, por que se estan aburguesando, y el resto de los mortales por que compran cosas en los grandes almacenes. Nuestros pobres treintaañeros entran entonces en un círculo demoledor. Son niños de papa que odian a los niños de papa, odian a los europeos,a los occidentales en general. Se unen, por que oyen campanas pero no saben donde, a cualquier causa humanitaria, pero sin demasiado esfuerzo, a cualquier movimiento politico foraneo que suene siempre exótico y por supuesto a todos los que le rodean les critican por que al contrario que ellos se han dejado llevar por la maquinaria del dinero. Que conste que admiro a la gente que realmente lo hace, no a estos pobres imbeciles que dicen que hacen pero no hacen y encima juzgan como si lo hicieran. A estos pijazos disfrazados que van de comprometidos y con lo único que se comprometen es consigo mismo. Que conste que yo tambien creo que esta sociedad esta enferma, pero trato de no excluirme de esta enfermedad, que conste que me gusta ver buen cine, pero me molestan estos que juzgan creyendose elite y sin embargo lo unico que hacen es destruir. Esa actitud es la que destroza la cultura. Creo que nuestros treintañeros viajeros son el sintoma mas grave de nuestra sociedad enferma. No hacen nada por nadie, salvo eso si, si es un croata, hungaro, polaco etc, etc. de buen nivel social, como ellos, que siempre les pueda dar alojamiento en el raro pais, para volver de nuevo a darnos lecciones de lo malos que somos y de lo poco que nos comprometemos. Por cierto, si es sudamericano el tipo con el que estan hablando, aun sienten mas fascinación. "Sudamerica es super diferente". Por cierto habría que hacer un estudio sobre su uso desmesurado de la palabra "Surrealista". Es su palabra favorita y cabe en cualquier frase, "Por que todo a su alrededor es super surrealista".

5 comentarios:

Bastian dijo...

Me estoy riendo. Muy bueno.
Me parece que eres un poco cruel y bastante intransigente.

Anónimo dijo...

Ya llegarás a los treinta y perdonarás un poco a estos chicos que solo quieren que el calendario pare.

Henry S. dijo...

Ya llego a los treinta. Hablo por un especimen muy común en este pais de nuevos ricos. los sufro a diario y te aseguro que son ellos bastante mas intransigentes conmigo que yo con ellos. Mi problema es que trabajo y soy esclavo del sistema.

Anónimo dijo...

¡ABAJO EL TRABAJO!

Anónimo dijo...

¿Será que, como afirma Pacheco en un poema, nuestra época nos dejó hablando solos? Quizá. Pero tu observación sobre la realidad humana que nos "super" rodea es tan frívola como -lamentablemente- inevitable. Muy bueno tu texto.

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