martes, enero 10, 2006

El corazón de las tinieblas

Como he hablado con Cuyagua de Apocalipse Now hoy, llevo un buen rato de esta larga tarde recordando la pelicula y el libro en el que esta inspirada. He recordado esas frases, la cara de Marlon Brando en claroscuro, su mano atravesando la calva. He recordado detalles tecnicos de la pelicula, he recordado una descripción apabullante que hay en el libro de Conrad. Luego me he quedado pensando en el horror. Las situaciones de la vida que llevan al horror. "El horror tiene cara".

¿Donde termina el viaje hacia el horror?. En lo mas profundo de la selva, en lo mas profundo de nosotros mismos. En las caras de los muertos de una guerra o nuestra propia cara reflejada en el espejo. En la guerra con aquellos o en nuestra propia guerra, la interna, la temible guerra interior. El miedo viene de dentro, de los mas profundo de nosotros. El miedo esta ahí, en mis instintos que vienen arrastrados desde siglos atrás. Para algunos el miedo es un viaje en ascensor, para otros la terraza de un decimo piso, para otros las bombas que caen sobre ellos. El hambre o la noche, la oscuridad. El miedo puede ser la sombra que hay detrás de una linterna que nos apunta o la soledad de una carretera vacia. El silencio de una casa. Los pasos en el pasillo de afuera o los pasos que se oyen detrás en esa calle vacía. El ruido del ascensor subiendo en la madrugada o un dolor a la altura del estomago.

No recuerdo cuando ha sido la vez que estado mas cerca del horror, ni siquiera se si he sentido el horror. Miedo muchas veces, todos los dias siento dosis de miedo. Alguna noche se ha hecho larga por el miedo. Miedo a un mañana que se acercaba. A un encuentro, a una situación. A mi cuerpo. He tenido tantas veces miedo de mi cuerpo, de esas inexistentes señales que yo he leido en el. Miedo a morir. Miedo a perder a los otros, a los que quiero. Miedo al tiempo. Miedo a mi cabeza, miedo a la soledad. Luego lo he dominado. Supongo que la locura es una frontera donde el miedo ya no se para y crece, y entonces habrá horror. ¿Horror?. Quizá una noche en el hospital. No, dos noches. Dos noches horribles en ese hospital, bajo aquella luz, rodeado de aquellos enfermos, de aquellos que ya no están. Y si, el horror no se si tiene cara, pero se le ve venir. Se acerca y se instala. Ahora que ejercito la memoria, recuerdo que pensé, que anoté en mi cauderno, en aquella sala de urgencias, rodeado de enfermos : "Esto es un viaje al horror", no lo había vuelto a recordar. Salí del horror. Algo tocado, eso si. El miedo a las enfermedades me viene desde entonces. Ahora recuerdo que anote en aquel cuaderno caotico aquella frase y recuerdo que pensaba:"Que se acabe ya esta noche, por dios, que se acabe". Y el reloj no avanzaba. La noche es cruel, la noche es insaciable. Llego la mañana y entro gente. Y el horror se acabo. Todo es mas normal cuando se hace de dia. Se asimila mejor lo otro, lo que esta al otro lado de nuestra cabeza.

1 comentario:

Guy Monod dijo...

La primera vez que ví "Apocalypse Now" fue en el cineclub de la universidad, la noche antes de terminar el trimestre, alrededor del año 96. La mañana siguiente viajé de regreso a mi casa, en otra ciudad, para pasar mis vacaciones con mis padres. Al llegar, sobre mi cama estaba un libro desconocido para mí: "Heart of Darkness". Echado en la cama comencé a leerlo, hasta que me dí cuenta con asombro de que se trataba de la misma historia de la película que tanto me había gustado.
Pregunté, inquirí, averigüé, investigué, pero nadie supo de dónde había salido ese libro, ni cómo había llegado hasta mi almohada.

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