sábado, julio 09, 2005

Viaje

El viaje empezo con la sensacion de una cancion: "Solo voy con mi pena, Sola va mi condena. Correr es mi destino....", pero los viajes son largos, no importan la distancia, la duración. Lo que importa es que el viaje siempre es largo, siempre es profundo, siempre te trasforma. Esa sensación infantil de que atrás se va quedando la ciudad, avanza un autobus por la carretera de la Coruña y te sientes ahí, dejando por un momento todo congelado. El destino incluso se te olvida, no hay destino. Y en este caso, en este viaje, el destino importaba pero no era el fin, el destino estaba elegido por que lo que importaba era el viaje interno que iba a producir el salir de Madrid estos dias. El lugar de destino no me importaba, me importaban los elemntos que enocntraria en mi destino. El viaje profundo a mi interior que produciría aquel destino.

Llegué. Llegué por la tarde y me bajé y desde que puse el pie en el suelo de esa ciudad lo supe y me canté otra canción: "Ya estoy curado, anestesiado, ya me he olvidado de ti. Hoy me despido de tu ausencia. Ya estoy en paz. Ya no te espero, ya no te llamo, ya no me engaño... Hoy te he borrado. Hoy fuí capaz........ Te espero siempre, mi amor". Así bajé en un terminal de autobus de una pequeña población de provincias de este pais. Decidido.

Me monté en un coche, y termine llegando a un minimo pueblo en medio de la montaña. Un estrechisima carretera me aleja del mundo y me acerca a mi mismo, a lo que soy, de donde vengo. En ese pueblo hay mucho de mi. La casa en la que me abren la puerta es de mi bisabuelo. Entro. No se hablar de este viaje, menos escribir. Solo se que este viaje ha sido intenso. Una niña de quince años que me habla con sinceridad y que apenas he visto cuatro veces en mis 29 años de vida y que por algo que no se explicar resulta que es mi hermana, mi hermana pequeña. Guardo con esa hermana pequeña una de las conversaciones mas emocionantes de mi vida, mas conmovedoras, mas alucinantes. Tendría que contarme entero, describirme entero para saberlo. Lo se. Ella y yo. La montaña de fondo, la casa de alguien que fue tu bisabuelo y que ni siquiera sabes el nombre. Estás ahí y te vas entendiendo, te vas comprendiendo. Me rio con la niña. Nos sorprendemos con eso, con ser hermanos. Nos preguntamos por nuestras vidas. Estamos ahí en medio de algo que nos describe. Llego a ella y ella llega hasta mi. Me rio y me siento feliz por que la sonrisa de la niña me parece preciosa, la sonrisa de mi hermana (Esa palabra que yo no sabia que podia pronunciar). Escribo esto sin orden y guardandome, escondiendome, por que tampoco se escribirlo. Hace calor. Los viajes son largos por cortos que sean. Los viajes no terminan y este ademas acaba de empezar, este viaje durará hasta el final. Hasta el dia en que me muera.

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