lunes, agosto 29, 2011

Todas las ciudades

Hay ciudades rellenas, hay ciudades vacías, hay ciudades coche y ciudades cama, hay ciudades música y ciudades mujer. Hay algunas ciudades desubicadas, que parece que han caído torpemente de la nada. Hay ciudades que no existen, pero que están en la memoria colectiva. Hay ciudades inventadas que todo el mundo ve. Hay una ciudad por individuo para cada ciudad lo que las multiplica hasta el delirio y lo que multiplica el delirio hasta la risa. Hay ciudades que se mezclan y producen túneles de una a otra. Hay una calle al oeste de Barquisimeto que parece que estás en Murcia y hay varias calles de Benidorm que parecen Caracas. Hay calles de Londres que sólo están Londres y calles de Londres que ni siquiera están en Londres. Hay calles de Buenos Aires en las que he estado sin haber estado jamás en Buenos Aires. De ese mismo modo he estado en: Montevideo, Rio de Janeiro, Bogotá, Los Angeles, Palencia, Montreal, Moscú y casi todas las ciudades de las que, al menos, haya escuchado el nombre. Hay ciudades fantasma, que se las pisa sin saber que estuvieron ahí. Hay ciudades que se mueven, que no paran y que son, muchas veces, inalcanzables. Hay ciudades que se juntan, que están casi pegadas y son casi la misma. Hay ciudades, muchas, todas, que se dividen, que van siendo muchas ciudades y apenas se distinguen unas de las otras y vas pasando sin darte cuenta, sin saber que estás viajando. Hay ciudades que se han quedado atrás, en un tiempo lejano, y cuando llegas no lo sabes, pero estás, inevitablemente, dos o tres siglos atrás. Hay ciudades que presumen de estar en ese tiempo lejano. Hay ciudades que viven muy lejos, en un tiempo futuro que no conoceremos; son lo que será el mundo dentro de doscientos o trescientos años: Marrakech. Hay ciudades madre, que tienen hijos, hijos prodigio, hijos rebeldes, hijos mediocres e hijos enfermos. Hay ciudades mar, que son el mar, que viven en él y sin embargo están a flote y son hermosas. Hay ciudades que se negaron a ser ciudades y respiran despacio, y pasean por las tardes. Hay ciudades terriblemente inmaduras, terriblemente tontas. Hay ciudades eróticas, que emocionan y piensas, obsesivamente, en acostarte con ellas. Hay ciudades invisibles, claro que las hay. Hay varias ciudades subterraneas. Hay ciudades de dos pisos. Hay personas que son una ciudad y ciudades que son una persona, una sola, una. Hay ciudades que se están cayendo y muchas que van a desaparecer. Hay ciudades donde la gente se esconde y además, con habilidad, esconden a la misma ciudad y nadie, durante años, la ve, hasta que un día, alguien, la descubre y se desvela un secreto que, en cierto modo, ya estaba desvelado. Hay ciudades que son espantosas, hay ciudades que son un error, una mala interpretación, una acumulación de equivocaciones y todo ese montón de fracaso no asumido dan calles tristes, desoladas, con gente que no sabe nunca donde camina, porque sin saberlo, saben que nada de eso debería haber ocurrido. Hay ciudades que quieren ser otra cosa. Hay ciudades bomba, están a punto de explotar. Hay ruidos que son ciudades, hay momentos que dejan ciudades en el aire, hay gente que debería ser una ciudad, hay silencios que son ciudades que existirán dentro de veinte siglos cuando nada de esto quede. Cuando nada de lo que nos rodea sea lo que es. Cuando no quede ninguna de todas estas ciudades.

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