lunes, julio 11, 2011

Los laberintos

A está en la parte donde no aparece camino y el laberinto somete al encierro, a la obligación, a la unidireccionalidad y eso, si cabe, es la parte más terrible del laberinto. B está ubicada en el centro exacto, donde cada camino a tomar parece la peor y la mejor opción, pero todo es una opción y una posibilidad y el laberinto, si cabe, se bifurca en los caminos de las decisiones que a su vez se multiplican y pueden ser infinitos. Visto aereamente A y B podrían estar cerca de encontrarse o sin embargo en el punto más alejado, donde sería casi imposible el cruce, el encuentro. Desde esa privilegiada vista aerea las cosas serían fáciles de dirigir, un par de consejos, las decisiones a tomar, pero al problema del laberinto en sí mismo, se le une su poder de aislar todo sonido externo al laberinto. Por pura experiencia y casi probabilidad, A y B jamás se encontrarán o si lo harán y a su vez se abrirá nuevos laberintos donde siempre están ellos, donde habitan por obstinación.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Brutal. Sencillo y real. Yo podría ser A, y todavía no conozco a B, y cabe el 50% de posibilidades de jamás conocerle.

CL

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