lunes, julio 04, 2011

El beneficio de la invención

Tu sabes como es Gregorio Marañón por arriba. Yo de momento sólo he pasado en metro. Un día voy a salir fuera, porque llevo cuatro semanas pasando en Metro por Gregorio Marañón y quiero ver el exterior. Es lo extraño de llegar a vivir a una ciudad nueva, que no sabes como es esa ciudad, que desconoces la mayoría del terreno. También paso por Nuevos ministerios. Un día de estos, esta misma semana voy a ir por fuera, verle la cara a las estaciones. Nuevos ministerios me imagino edificios altos, de cristal, superpuestos unos con los otros, calles largas y muy lineales. ¿Es así? Gregorio Marañón me lo imagino como Avenida Figueroa Alcorta, como si en Madrid hubieran puesto Avenida Figueroa Alcorta entera, una calle sobre otra, pegada. Hay una esquina de allá que recuerdo, hace muchos años, que caminé con un amigo, Lucio. Lucio quería ser poeta y terminó siendo comercial de una marca de agua mineral. Recuerdo caminar con Lucio por esa esquina donde había un edificio blanco, elegante y Lucio me decía incendiado que un día terminaría un libro de poemas sobre la basura. Yo no sé que obsesión tenía Lucio con la basura. Decía que la basura, tu basura, la basura de cada uno, nos describía, nos definía porque la basura era nuestra frontera, lo que marcaba nuestra identidad hacia adentro. Los límites de tu moral, de tu ética, los límites de tu higiene. Lucio caminaba por Figueroa Alcorta y se arrimaba a los contenedores de basura y la miraba y anotaba cosas en un cuaderno. Estudio de campo, lo llamaba. Yo le decía que la poesía no requería, quizá, de estudios de campo, que la poesía tenía que ver más con guerras invisibles, con batallas campales inexistentes, pero Lucio consideraba que yo era lo más alejado del mundo a la poesía y no me escuchaba. Ahora paso por las mañanas por Gregorio Marañón y baja mucha gente del metro y yo me les imagino saliendo del metro y entrando en Figueroa Alcorta. Tengo ganas de ver esas calles por arriba, lo extraño de llegar a una ciudad nueva es que no entiendes su forma y caen nombres sin imagen y tú le pones imagenes y se mezclan calles y nombres. Paso por Gregorio Marañón y no sé como es Gregorio Marañón y tengo ganas de saber como es, pero por otro lado y ¿si nunca lo veo? ¿si me quedo con mi imagen de Figueroa Alcorta proyectada sobre Gregorio Marañón? Es extraño, retorcido, pero de algún modo me da el beneficio de la invención.

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