sábado, mayo 02, 2009

Los perseguidores

Anota en su diario de trabajo a las 17:46 de un 3 de Abril: "Huele a algo que no se definir, evidentemente tampoco puedo nombrarlo. Es un olor nuevo, por lo tanto las sensaciones en las que habito en este instante son nuevas, mi cuerpo atraviesa un terreno original, original en el sentido mismo de origen, de partida, de nacimiento". Ese mismo día esta fechado su cuadro mas buscado, un cuadro del culto entre coleccionistas exigentes, adoradores del lado mas difícil y oculto del artista. El cuadro durante años, muchos años esta desaparecido, sin rastro y sólo se sabe de él por la descripción que hace Phill McCurray en "Catálogo de obras imprescindibles del Siglo XX". En el texto McCurray habla de la cumbre del artista, de la sutileza, de la elevación y de la brillantez técnica del cuadro, "La cumbre del abstracto". En el catálogo es el único cuadro que aparece sin ilustración y McCurray deja caer la posibilidad de haber sido destruido. El capitulo que este le dedica al cuadro termina con la narración de su encuentro con la obra y deja la primera prueba a seguir para los coleccionistas y perseguidores enloquecidos de esta obra. McCurray dice: "Ví aquel lienzo allí, en ese lugar donde tan raro se hacía ver una obra tan abstracta, en un entorno tan ajeno, sin embargo el cuadro habitaba y parecía que todos giraban alrededor de el. Aquellos campesinos que de inicio se hubiera sospechado ajenos a ese estilo artístico, profesaban tal veneración a la obra que resultaba casi primitivo el poder que esta ejercía en la lejana población, en aquellos habitantes. En los pocos días que pasé en aquel pueblo del llano pude comprobar que el arte y la fe a veces son influencias parecidas, porque aquella gente casi oraba frente a una obra que resultaba sorprendentemente moderna, ajena a la vida del campo, tan urbana, tan frenética y sin embargo tan poderosa y magistral. Vi aquel cuadro, no me dejaron fotografiarlo, no me dejaron acercarme a menos de diez metros y sólo se podrá sacar de allí, sospecho de manea violenta, pero de una violencia extrema, sin piedad. Todo el pueblo vive, existe, por la defensa de ese totem sagrado. A veces creo que lo destruirán, creo que lo harán, que llegarán a ese acuerdo entre todos por salvarlo de la mano del hombre urbano, para esa gente que ese cuadro habite en un museo de una capital sería el fin de su eternidad, la posibilidad última, la esperanza infinita de permanecer inmortales en la tierra".

A partir de el texto de McCurray se crea en grupo reducido de buscadores de la obra. En el texto sólo una referencia espacial "...aquel pueblo del llano...". Lo que parece suficiente para generar una mínima esperanza en los buscadores. Durante años se buscan pueblos, se buscan llanos. El estudio profundo de la geografía mundial y de la biografía de McCurray dejan caer la posibilidad de que ese pueblo y ese llano existan en Venezuela, pero el llano es amplio y los pueblos múltiples. En esos años de busqueda incesante y casi desesperada uno de los perseguidores encuentran un diario de McCurray en el que se descubre el nombre del autor de la obra. Se sabe, años después, que el autor del cuadro no es mas que A. Miñambres. La búsqueda a partir de ahí se bifurca, los hay que siguen buscando el pueblo del llano y los hay que abren el campo hacia la vida y obra de A. Miñambres. Lo que da lugar al encuentro del diario de trabajo de este. Años después se encuentra el pueblo en el llano y se encuentra la obra sagrada en ese pueblo del llano. La obra es robada por dos de los perseguidores, al día siguiente el pueblo sufre un ataque de histeria. Hay dos suicidios y protestas violentas frente a la casa donde estaba la obra. Hay violencia y los dos perseguidores son a su vez perseguidos por los hombres mas fuertes dle pueblo. Hay una persecución, hay un accidente. Los perseguidores logran llegar a la capital tra muchas horas de conducción suicida desde el llano a Caracas. Cogen un avión, en el aeropuerto son interrogados por el origen del cuadro que con tanto celo llevan en las manos. Levantan sospechas, pero logran subir al avión. Llegan a Londres y ponen a salvo o lo que ellos creen a salvo, la obra. Se organiza de urgencia una reunión de perseguidores. Al dia siguiente todos están en Londres. Se debate sobre la mejor opción para la vida del cuadro. Se toman decisiones erroneas y otras acertadas. Esa noche muere uno de los mas importantes perseguidores y surge un grupo creyente del poder energético de la obra. La paranoia aumenta y los hay que creen que lo mejor es devolver el cuadro al pueblo de llano. Dos días después los dos que robaron la obra, reconocen en una calle de Londres, a dos hombres del pueblo. Se saben perseguidos. Estos contactan con una banda violenta de un suburbio de Londres, les pagan por trabajo sucio, Temen por su vida. Los campesinos aparecen muertos en un contenedor de una calle de Londres, la noticia, por extraña, aparece en páginas del medio de un tabloide sensacionalista, pero no pasa a mayores. No alcanza popularidad ni la noticia ni el periodista que la cubre. Sólo los perseguidores, por temor, han leído la noticia y alguna dama de muchos años en la hora del desayuno en una esquina de un barrio de Londres. La obra se subasta, la compra Charles Walls. Seis meses después Charles Walls aparece muerto. Muerte natural. La vertiente paranoica de los perseguidores se agudiza. La obra pasa a manos de la hija de Walls. De los dos perseguidores que robaron la obra uno de ellos sufre los primeros achaques de salud. nadie culpabiliza a la edad, todos culpabilizan a una maldición que lleva consigo el lienzo. Uno de los perseguidores analiza el cuadro, descubre, en una esquina, casi invisible, la fecha de la obra, se busca el cuaderno de A. Miñambres y se lee la frase que anota ese día. El cuadro es un olor, concluye y escribe un ensayo sobre esa reflexión. El perseguidor que robo la obra y que permanece enfermo convoca una reunión al conocer ese dato. El hombre, nervioso, agitado, enfermo, dice que la obra tiene que volver, que sabe porque la obra estaba en aquel pueblo: "si algo hay de peculiar en ese lugar, si algo se recuerda, es ese olor, nuevo, original, primario. El cuadro estaba allí porque Miñambres, tiempo después de pintar la obra, encontró ese lugar en el que halló de nuevo ese olor que dio nacimiento al cuadro". Los perseguidores aprueban, por unanimidad, devolver el cuadro al pueblo del llano. Son seleccionados al azar otros dos perseguidores para devolver el cuadro, una tarea difícil, seguramente violenta. Viajan a Caracas, alquilan un 4 por 4 en el aeropuerto, viajan, sin descansar hasta el llano. Cuando llegan, siguiendo las anotaciones, las indicaciones y los planos, al lugar indicado, pero el pueblo, por extraño que parezca, no está, no hay rastro, ha desaparecido. Se bajan en una esplanada en la que en ese momento hace un calor muy intenso y suspiran. Uno mira al otro y dice: " Pues a mi me huele a pájaro" el otro se le queda mirando y dice: " A mi a tierra seca". No se sabe si por jet lag o por hartazgo bajan el cuadro y lo destrozan a patadas, enloquecidos, gritando contra el, el cuadro se queda esparcido en miles de trozos en esa esplanada, se montan en el 4 por 4 y viajan a la costa. Ninguno de los dos se había bañado jamás en el Caribe. Durante una semana viajan por la costa y vuelven a Londres. Inventan una historia, un rito de celebración en el pueblo, la firma de un documento de paz con los habitantes, una ceremonia exagerada donde comieron platos alucinantes, unos bailes, unos cantos hipnóticos. EL grupo de perseguidores se deshace. Luego, uno a uno, van muriendo. Todos creen por muerte natural, yo sospecho, y eso investigo, por la maldición del cuadro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mira que eres previsible y repetitivo en tus historias

Anónimo dijo...

No se de qué habla anónimo, a mi realmente me parece brillante, no sólo por el tema, sino además por mantener mi atención inquebrantable de principio a fin.

Lo has hecho de nuevo, HS. Bravo por eso!


CL

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