domingo, agosto 10, 2008

Tardes de verano

Nos habiamos quedado sentados un buen rato, hacía tanto calor y el cielo estaba tan espeso, tan crgado de nubes que lo único que haciamos era esperar el instante en que empezaran a caer las grandes gotas de la tormenta y salir corriendo. Hacía tanto calor aquella tarde y tanta humedad que apenas hablabamos el uno con el otro. Sólamente al cabo de un buen rato me miró y me dijo que creía que nunca llovería, que hasta las nubes sentían esa pesadumbre, ese sofocón y que ni siquiera las nubes se veían con intención de descargar. Yo me quédé mirando el paso de un coche a lo lejos en la avenida que se veía desde ahí arriba donde estabamos sentados y seguí todo el trayecto hasta que se perdía en un giro inesperado que formaba la avenida. De repente pasó una pareja cerca de nosotros discutiendo, ella hacía gestos y estaba muy enfadada, el la seguía unos cuántos centimetros por detrás, casi a la par, pero siempre un poco mas retrasado, estaba callado y miraba al suelo y la seguía y ella decía todo el rato que no se lo podía creer y el no hablaba, asi pasaron esos metros delante de nosotros y se perdieron. Yo le dije a Flo que si el también sentía que el verano nunca debería de terminar y Flo dijo que lo bueno son los cambios, que siempre verano a el le aburriría, y yo no dije nada, pero me quedaría siempre en el verano, siempre sintiendo calor y los dias largos y la ciudad mas vacía y esperar siempre a que no pase nada y sentirme ajeno a todo ese cúmulo de cosas que significan invierno. FLo no habló mas nos levantamos sin decir nada, empezamos a caminar sin rumbo fijo, sin destino las aceras me parecieron de repente mas anchas, los edificios mas altos la ciudad mas grande pero no le dije nada a Flo al que vi mas alto que antes. Los coches parecían mas amplios,las tiendas con sus puertas mas gigantes, como si todo creciera a la vez, pero Flo iba tan callado y tan despistado que no dije nada, y empezó a llover, cayó primero una gota gigante sobre mi frente luego vi que la acera iba marcandose de gotas y Flo dijo:"Ya está aquí" y de repente empezó a caer todo el agua del mundo y Flo salió corriendo pero yo me quedé quieto, saiendon que ya nada volvería a tener el tamaño de antes, que yo inevitablemente estaba menguando y me dejé empapar por esa tormenta infinita.

1 comentario:

stel dijo...

Me parece que aquí vuelve a hacer falta un poco de agua, que hace demasiado que no llueve.
Una tormenta infinita tampoco, pero una buena noche de lluvia de esas que limpian sí...

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