lunes, abril 16, 2007

La obra perseguida de Martín Castillo

Foto: MartínE. Castillo . Variaciones sobre Capucine

Martín apareció en el café con una maleta viejisima y muy deteriorada. Se sentó en la mesa y me saludó con cierta distancia, distancia que luego supe interpretar como lo que era, una altísima tensión y cierto panico. Serio, permaneció algunos minutos callados, pidió un café y comenzó a hablar:

.- Leprince, debo dejarle estas fotos que están aquí en la maleta . Pero escucheme, escondalas, ocultelas en algún lugar que nadie en el ancho e inabarcable universo sepa donde se pueden encontrar.

Callé, aquel encargo era mas que un encargo, era una misión heroica. Durante un tiempo debería ocultar toda la obra de Martín Emilio Castillo Morales, fotografo único y genial. Debian todas aquellas fotos permanecer al margen de una extraño grupo underground cuya finalidad última era secuestrar toda la obra del fotografo venezolano. Aquel grupo recorría las ciudades en las que había habitado Castillo con la intención de ir apoderandose de cada foto tomada por este, de cada negativo, de cada copia que hubiera de su obra amplia y generosa.

.- Se han apoderado de unas cuantas. Una de la serie suicidios que estaba en una casa en el sur de Francia- Me iba contando tenso y preocupado- De diario reciclado han robado algunas cosas en España, en casa de un viejo conocido en Carabanchel han robado dos. No se sabe como desaparecierón, ese viejo amigo simplemente sabe que una buena mañana pasó por el salón y vió que mis dos fotos ya no estaban colgadas. No percibió ningun signo de alteración, niguna ventana forzada, ninguna puerta rota. Todo igual menos mis dos fotos de Diario reciclado que ya no estaban.

Me fue contando mas robos, algunas cosas deVouyeur habián desaparecido en Caracas, en Buenos Aires no se había notificado ningún robo, pero no tardarian mucho en aparecer.

.- No se quienes son, de donde vienen, pero sus intenciones son perversas. Cada foto que hago, cada reportaje u encargo ahora lleva una terrible carga de amenaza. han faltado todos los ejemplares de una edición de la revista en la que trabajaba. Nadie conserva ya un ejemplar del numero 25. El numero 25 de la revista entero, cada uno de sus ejemplares, esta desaparecido, seguramente en manos de esta extraña mafia. Leprince, coja la maleta, salga del café y no me llamé, no me busqué en algún tiempo. Toda mi obra, todo lo que queda de mi obra está en esta maleta.

Me dió un abrazo, salió rapido, lo vi perderse por la avenida. Un rato despues pagué, salí a la calle. Fue así como comprendí que Martín me hubiera citado con tanta urgencia en el D:F. Salí a la calle, asustado, la maleta me aterraba. En una esquina de Reforma un hombre se me acercó.

.- Lleva usted en la maleta la obra de Castillo. Lo sé. Montesé en ese taxi verde. Y haga lo que yo le diga.

Salí corriendo por Bucarelli. Avancé rapido. Aun corro huyendo de las Neomartinistas.


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