domingo, abril 19, 2020

Silencio

Hay un silencio nuevo. Parece una frase estupida, pero es absolutamente real: hay un silencio que yo no conocía. El primer dia que lo sentí (¿Escuché?) fue en la puerta de casa, me estaba costando dormir y abri la puerta. Como mi casa da al patio me sorprendió el silencio en ese momento. Qué silencio tan brutal, pensé. Un silencio que pesaba. Era un silencio, por otro lado, muy agradable. En realidad sentir el silencio (¿Escucharlo?) es siempre algo agradable. Este silencio era nuevo, porqye estaba en medio de la ciudad, donde nunca había podido sentir el silencio y sin embargo estaba en medio de la ciudad, en el centro de Madrid sintiendo el nuevo silencio. No sé si será distinto el mundo cuando todo esto se pase. Lo que si es cierto es que se habrá registrado un silencio nuevo. Una forma de silencio que no existía.

 El otro día fui de noche a llevar las bolsas de reciclaje. La distancia a los contenedores me permiten un pequeño paseo. Volví a escuchar ese silencio. Ese silencio nuevo. Pesa, pero no es un peso desagradable. Es un peso atmosférico. El peso de la gravedad. Me detuve. Saqué el teléfono para grabar un vídeo estático. El resultado fue desastroso, porque ese silencio no se graba, es imposible de registrar, de hecho es absurdo querer registralo. No pasaba nadie por la Calle Hortaleza. Al final de la calle, donde empieza la plaza vi una figura pasar. Hay tanto vacío que el paso de un cuerpo a doscientos metros te llama la atención. Iba un tipo con máscarilla, a paso muy rápido. Tuve un pensamiento de esos que saltan, que no sabes de dónde vienen o si te pertenecen del todo: "¿ y si el mundo, ese que parecía nuestro mundo, ya jamás vuelve?" También tuve un momento de esos llenos de fantasía o extraño realismo, me parecía estar recorriendo la ciudad como un escenario. Se había terminado el rodaje y ahora no quedaba nadie: actores, técnicos, producción. El escenario cuando se termina el rodaje. Como si nos hubieran estado rodando y el equipo técnico hubiera desaparecido y ahora nuestro mundo, estuviera siendo proyectado, como una película, en algun lugar lejano. Luego avancé un poco más. Llegué al portal. Pasó una mujer con un perro. Sentí el silencio de nuevo. Pesado y agradable, potente. El silencio nuevo, el silencio que no se puede grabar.

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