lunes, octubre 03, 2011

Freddy y la UNEY

 Días atrás quise escribir algo sobre Freddy. Nada aportaría, pero algo hay que hacer, algo hay que decir, aunque sea inaudible lo que uno diga, con respecto a lo que está sucediendo con Freddy, con la UNEY. Me senté y estuve a punto de escribir algo sobre un tipo que desde que le conocí, con quince años, siempre, permanentemente, he recibido cultura. Estar cerca de Freddy es aprender; porque, sin ninguna duda, es no sólo una de las personas más cultas que jamás he conocido, sino que es también de los mas sabios y de los más pedagógos. Freddy es conocimiento y es intercambio del conocimiento. Freddy enseña porque comparte lo que conoce, que es inmenso, y lo comparte de un modo atractivo, amigable, dinámico. Freddy nos hablaba de Borges y de Gil de Biedma, pero se preocupaba por saber que leíamos, que música escuchábamos, que nos conmovía. Con Freddy la cultura es dinámica y eso es, básicamente, la educación. A mi, y a mis amigos más cercanos, Freddy nos enseñó mucho de la literatura que luego se hizo fundamental en nuestras vidas. Hay algo que hace especial a Freddy: su manera de ser y su pasión por la cultura te motivan. No hay una imposición aburrida del típico profesor desmotivado de colegio:"chicos tienen que leer" sino que la conversación con Freddy, la forma de ser de Freddy, te hacen intuir que leer es un privilegio, una aventura irrepetible. Te deja intuir la luz que será la cultura si la persigues.  En una sociedad ideal, Freddy sería un pilar básico en la educación o más rotundo aún, Freddy será la educación, la enseñanza. Porque entiende como nadie que la educación es un asunto colectivo, de intercambio y basado, sobre todo, en el juego intelectual, uno de los mejores asuntos de tu vida. Supongo que la prueba más evidente de ello es que no hablaría de este modo de los padres de muchos amigos más.

 El caso es que iba escribir sobre todo eso porque lo que sucede con la UNEY es un asunto preocupante a niveles húmanos. Si queremos tener esperanza, si creemos en la cultura, la UNEY como la entiende Freddy debe seguir. Venezuela es un país con problemas, muchos problemas. La UNEY de Freddy es una esperanza. Sólo la cultura, la educación y la enseñanza impartidas de un modo admirablemente abierto, profundamente y sin imposiciones pueden reestructurar y hacer crecer, paso a paso, un país sin alejarse de su identidad. Eso hace la UNEY, eso hace Freddy. Entonces recordé que la última vez que vi a Freddy escribí algo. Ajeno a lo que sucedería hoy, sin  imaginarlo siquiera y sin embargo tan oportuno y cierto. Supongo que algo de azar concurrente tiene esto:

DOMINGO, OCTUBRE 11, 2009

11 de octubre. 8:11
Creo que se ha dicho millones de veces, pero el valor de los amigos es infinito. Cuando percibes la magnitud de este encuentro, aún más que nunca, te das cuenta que la vida es azar. Eliges a los amigos, sí, pero es el azar el que reparte las cartas. La mayoría de la gente mas importante en mi vida apareció en un contexto casual. Los vecinos de Barquisimeto se terminan convirtiendo en una parte fundamental, entrañable, familiar, pero no hay una decisión inicial, terminé viviendo en ese edificio como pude haber terminado viviendo en otro. Una llamada, un cartel, un teléfono, a mis padres les resulta conveniente ese apartamento y 18 años después estas despidiendo a uno de esos vecinos en Madrid; al padre de un chico que conociste casualmente y con el que de repente hablabas de música. Este se monta en el taxi, se va al aeropuerto y giras y sientes todo el privilegio que te ha dado el azar. Podría haber sido el padre de un amigo, nada más que eso, y sin embargo se ha convertido en tu amigo, en un privilegio. Si tuviera mas habilidad para ello escribiría un elogio de este hombre admirable, del valor incalculable y de lo que aportan los hombres, los pocos y contados hombres como él. El cambio, la revolución, están en su manera de conocer profundamente al ser humano. Cuando el conocimiento, un conocimiento tan vasto, la brillantez y la agudeza intelectual y la acción, se juntan en una sola persona no se puede esperar mas que beneficios, pero no beneficios personales, sino beneficios colectivos, el cambio real del mundo. Son esos pocos hombres lo que cambian a mejor el curso de la historia. Es en ellos donde empieza el cambio, pero el cambio real, donde la idea se hace tangible. Lo logran en su trabajo diario, pero lo logran también con la gente que tratan a diario. Unas cuantas conversaciones emocionantes, la recomendación de unos cuantos libros que ahora tengo a mi alrededor, cerca del ordenador, y que seguro se convertirán en importantes, las anécdotas e incluso los recuerdos, la honestidad y el rigor intelectual. Eso dejan a diario, en sus trabajos, en sus contactos, a los que les rodean. Eso me deja a mi según se ha montado en el taxi aquel hombre que conocí por azar, porque terminé viviendo en un edificio en el que obviamente yo no había decidido vivir, sino que fui llevado de niño. El azar barajó y repartió las cartas y me tocaron todas las cartas. Escalera real de mano.


1 comentario:

Biscuter dijo...

No sé, mi querido Nacho, si soy digno de lo que has escrito tan bella y entrañablemente en estas líneas. Conmovido por el afecto y por la lúcidez de la amistad, te envío un inmenso abrazo de agradecimiento. Tus palabras generosas me han animado mucho en estos días duros y difíciles.

Freddy

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