lunes, mayo 12, 2008

Sordos

No hubo una explosión previa, pero de repente nos quedamos todos sordos, fue momentaneamente, duro unas cuántas horas, pero nadie podía oir nada, un silencio tremendo. Recuerdo que con gestos me comuniqué con algunos de ellos, nos trasladamos al sotano y esperamos que las cosas se calmaran, algunos estaban nerviosos y pasamos algún rato tratando de tranquilizarles con gestos y miradas. Creo que el hecho de que todos estuvieramos sordos ayudó a que el colectivo permaneciera mas unido y menos nervioso. Yo sabía, tenía una seguridad sobrenatural, que la sordera era momentanea, nada me lo indicaba pero estaba convencido como nunca he estado convencido de nada. Nos quedamos sentados en el sótano. Todos apoyados en las paredes, sentados en el suelo, uno de los niños se puso a pintar sobre una hoja suelta que había, dibujó algo extraño, una especie de ordenador y del ordenador agrego una palabra onomatopéyica, como si el ordenador emitiera constantemente un sónido. Le señalé el dibujo, tratandod e que explicará que era, el niño señaló al techo, indicando que era algo que había arriba y de repente golpeó el suelo, esperando escuchar algo y volvió a hacerme un gesto indicandome que no escuchaba nada, le abracé y traté de hacerle entender que todo pasaría. Miré el reloj. Noté o pensé o eso lo recuerdo ahora, que el tiempo bajo el silencio total corre de manera distinta, como si el sonido empujurá al tiempo y sin este, sin el sonido, el tiempo fuera mas lento. Pensé, o reflexiono ahora, que el tiempo y el sonido viajan juntos y que si falta el tiempo sufre una dilatación. Miré el reloj e imaginé el sonido de la aguja recorriendo ese extraño circulo que es el minuto, digo imaginñé el sonido pero eso también es extraño imaginar el sonido. Hacerse a la idea de algo que en ese momento no existe no es siempre dificil, pero imaginarse el sonido es complejo o tiene algo de lo que nos sucedía, la imaginación del sonido es sorda. De repente noté que escuchaba la aguja y dudé durante cuatro segundos ( Y esot es absolutamente preciso, ues vi los cuatro golpes de la aguja) si lo que oía era producto de mi esfuerzo de imaginar el sonido de la aguja o era realmente la aguja y comprobé que lo que sucedía era que había regresado al sonido, a lo audible. Todos nos fuimos mirando, la recuperación del sonido fue paralela en todo el grupo. Fue en ese instante que JB planteó lo que aún hoy no tiene respuesta. "¿Nos hemos quedado sordos o ha sido que el sonido se ha escpado todo este rato de aquí?"

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