Por un lado tengo ganas de hablar de la chica con la cara desenfocada, por otro hablar un poco de las ultimas paginas que he leido de "2666", a ratos he pensado en escribir sobre una historia que imaginé ayer. De todo eso y de bastantes mas cosas, pero llego aquí, abro este momento preciso y la confusión. Intuyo que escribir bien requiere de un orden mental muy cuidado, que para escribir bien se necesita ser paciente en la cosntruccion de frases. Yo peco de ser muy emocional escribiendo, escribo de manera muy parecida a cuando hago deporte o cuando discuto sobre alguna pelicula en algún bar de Madrid. Escribo agitado, como si en escribir me fuera la vida, no tengo precisión. No se detenerme a corregir. Desconozco el arte de la paciencia literaria. A menudo me invaden ideas pero son como rios de agua indomable, agua que baja por laderas desbordadas. Agua que todo lo arrasa. Ahí debería entrar yo, si es que yo como tal existo, manejar ese agua con precision de ingenieria. Dirigirla, encerrarla para recibir de ese agua susu beneficios como tal. Usar ese agua energica como posible fuente de vida. Pero ese agua es mas fuerte que yo, me invade, me inunda, me empapa los dedos, los dedos llegan al teclado y yo simplemente dejo gotear el agua en las teclas y esto, esto que escribo, sin orden preciso es lo que llega de nuevo al mar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario