martes, abril 24, 2012

Un tipo normal

 Parecía sumido en una especie de silencio. Un silencio incomodo, pero está vez consigo mismo. En cierta manera la gente a veces también sufre de esos silencios a solas, cuando se está sin nadie más. Esos silencios de ascensor o de situación prolongada hasta el absurdo, pero en la intimidad. ¿Qué se dice uno? También con nosotros se nos acaban las frases, también hay momentos vacíos: "¿Qué me digo yo?" y no había nada. Recurría a frases hechas, incluso pensamientos recurrentes con la idea de rellenar el vacío. A menudo recordaba o pensaba en asuntos diarios, a  veces pensaba en los otros con la puntería y facilidad con la que se piensa en los otros, con lo sencillo que es pensar en los otros. A veces buscaba recovecos, escondites. Otras veces desesperaba: "Algo me tendré aún que decir. Algo quedará". A veces salía a correr por parques, a veces viajaba sin destino en el metro, buscando casi que el azar le diera una sorpresa, un susto, algo de lo que hablar a solas.

  Había pasado una época previa de cierta euforia. Había viajado a la costa de  Oaxaca, había conocido a unos franceses que tenían una cabaña para turistas al borde del mar y había probado el peyote. Había conocido a un español adicto a la cocaína con el que había viajado a Guatemala. Había estado metido en asuntos de literatura y había intentado vivir de dos libros publicados. Había conocido a un par de escritores de renombre y con dinero. Había vivido dos meses con una argentina con la que experimentaba  sexo tántrico. Había viajado a Bogotá con dos venezolanos que planeaban matar a un político. Había viajado a Lisboa y había creído encontrar una cúspide en Lisboa.  En Lisboa conoció en exceso la madrugada y tuvo un accidente de coche. Volvió a casa. Cuando volvió intentó volver a escribir, pero había adquirido vicios y también miedos. Tuvo una crisis existencialista y pensó que la literatura estaba colmada de imbéciles y de tipos que perseguían a los otros escritores. Lentamente fue concluyendo que no estaba preparado para la batalla, para la carrera de escritores detrás de escritores detrás de editores. Vendió su coche. Vendió algunos muebles y se cambió de casa. Se mudo a una pensión. En la pensión pasó días enteros sin salir. En cierta manera quería convertirse en un tipo normal.

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