miércoles, diciembre 28, 2011

Gasolinera

 Miró y veo que estoy en reserva. Avanzo mirando con atención todos los carteles. Durante un tramo largo no aparece nada. El paisaje en esa zona del país invita al hastío o a la desolación. Sólo veo una extensión infinita y prolongada. Recuerdo, entonces, una frase de FV: "Estoy cansado de las inmensidades" En la radio sólo localizo una emisora en la que hay una tertulia y otra en la que ponen, en bucle, éxitos de los ochenta. Sólo algunos kilómetros después, veo una desviación que indica gasolinera. Salgo. La gasolinera no está cerca de la autovía. La carretera avanza, estrecha, por mitad de la inmensidad, finalmente, en una hondonada, veo la gasolinera. Giro y detengo el coche. Me bajo y no veo movimiento. Lleno el depósito y voy a pagar. Dentro no hay nadie. Cojo una bebida energética y ojeo unas revistas con portadas deliradas. Me quedo viendo una iultsrada con una foto de un tipo extremadamente musculado, levantando unas pesas: "Alcanza el cielo con el biceps" reza el titular. En ese momento aparece un chico muy joven con el uniforme de la compañía de la red de gasolineras. Pago sin dirigirnos la palabra. El chico me pregunta que si quiero algo más. Le pregunto que si sabe si hay algún sitio para comer cerca:

.- Cerca de aquí no hay nada. Estamos lejos de todo.

.- Muy bien, volveré a la autovía.

El chico me da el resto del dinero y me comenta algo sobre una oferta de galletas o de algún producto que desconozco. Le contesto que no estoy interesado. El chico me mira y me dice que si le puedo llevar hasta algún sitio.

.- ¿Y la gasolinera?- le pregunto

.- Me da igual la gasolinera. En la última semana sólo ha pasado usted por aquí. Lléveme hasta la autovía.

 Salimos, se monta en el asiento de copiloto y arranco. Mientras deshago el camino para volver a la autovía miro por el retrovisor y voy viendo la gasolinera quedándose atrás, en la hondonada. Miro al chico y la inmensidad y acelero. En la autovía no freno. Hago todo el viaje con el chico al lado. CUando llego a mi destino, freno, miro al chico que se baja y sin despedirse se va por una calle. Jamás le vuelvo a ver.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eres genial.

CL

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