viernes, diciembre 16, 2011

Media hora de espera

1.- Un grupo de cinco chicos se han parado justo a mi lado. Cuatro chicos y una chica recién salidos de la adolescencia.  Sus tonos de voz, sus frases, su humor, su indecisión y una forma de aburrimiento que transpiraba más allá de sus abrigos, todo era inapetente. Han estado cerca de diez minutos esperando la nada. Charlaban en tono de permanente burla de unos a otros mientras decidían que hacer esta noche. Al rato he descubierto que el más bajito, de pelo largo y con un leve bigote absolutamente antiestético, estaba liado con la chica. La chica vestía de ese modo pop predeterminado: entre alegre y oscuro, casual y trágico, tan carente de espiritu. No obstante, al rato, sin explicación aparente, me ha resultado atractiva. Se han ido.

2.- Ha cruzado velozmente desde la otra acera, la dueña del café de enfrente. Iba en manga corta, caminando decidida. Quizá enfrentándose al frío con los brazos descubiertos. La camiseta era muy estrecha y marcaba potentemente sus pechos. Jamás me había fijado, no la suelo ver con frecuencia. Algunos pensamientos veloces e imágenes orgánicas han inundado mi imaginación. Ha entrado en el local de Kebabs y ha vuelto a su café. Todo ha sucedido en segundos.

3.- Ha aparecido una furgoneta del tipo 4 por 4. Se han frenado justo enfrente de mi. Conducía una chica rubia, a su lado iba un tipo que ha bajado la ventanilla y ha mirado a la puerta del restaurant. El aparcacoches ha salido y le ha dicho que el llevaba el coche. La pareja se ha bajado. El tipo me ha mirado con desprecio, incluso desafiante. No he entendido muy bien su actitud. Han entrado al restaurante. En ese momento, en el café de enfrente, ha salido un tipo. Hablaba muy alto por teléfono. Le decía a alguien que dejara el coche en un parking, el otro ha debido contestar que era imposible, que había mucho tráfico y que estaba todo ocupado. Mientras hablaba bebía de una copa de vino y fumaba. Ha colgado y ha vuelto a entrar.

4.- Ha pasado una pareja. Ella era morena, muy atractiva. La he mirado, luego he mirado al chico. Por bastantes detalles fugaces, me ha dado por pensar que era la primera vez que salían juntos. Ella, al pasaro justo delante de mi, le ha dicho: "Eso siempre me pasaba. De pequeña siempre fue así". He querido seguir oyendo pero se han ido perdiendo a lo largo de la calle.

5.- Del restaurante han salido unos tipos a fumar. Vestían de ese modo que siempre me resulta triste. Esa forma clásica, aburrida, monótona de la clase media alta de esta ciudad.  Esa forma de vestir que además se vuelve obscena cuando, llegado el viernes, pretende ser sport. Hablaban de la siesta. El más gordo decía que había comido y que se había quedado dormido. "Una siesta de campeonato". Luego, y por ello he intuido que era una cena navideña de trabajo, han empezado a hablar de los compañeros de mesa. El gordo ha empezado a hablar de uno y le llamaba el rojo. "Ese hijo de la gran puta vota a Izquierda Unida". Me ha sorprendido que, en política, ambos lados, se expresan con idéntico lenguaje sobre el otro. Luego, evidentemente, han hablado de mujeres. El gordo hablaba con desprecio de una que, según él, sólo servía para chuparla. El otro ha dicho que la conocía desde hacía veinte años.

6.- Ha pasado un grupo de siete tipos. Todos llevaban zapatillas de tela. Los siete hablaban, anárquicamente, de mujeres.

7.- Por la acera de enfrente ha pasado una chica que sólo he visto de espaldas. La he seguido con la mirada. Me ha parecido muy cinematográfica. Caminaba si prisa, como si saber muy bien donde iba, como si no hubiera un dirección exacta. Ha girado a la izquierda.

8.- LA tipa del videoclub ha salido rápido. Se ha montado en un coche. En ese momento un coche de policía ha atravesao la calle con la sirena y las luces encendidas.

9.- El dueño del restaurant ha salido. Me ha saludado.

.- Hola N.

.- Hola- he contestado- ¿Mucho lío hoy?

.- Ya sabes. Es navidad.

10.- Ha salido un chico y una chica a fumar. Hablaban de proyectos, de asuntos diversos. Él vestía muy moderno y hablaba acelerado. Ella le miraba pero claramente no escuchaba. Ella parecía algo nerviosa. Esa gente que tiene problemas con sus nervios. La mirada, el modo en que fumaba, el movimiento de píes. Desde luego ese no era su sitio. La duda es saber si hay algún sitio.

11.- Ha sonado mi teléfono.

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