viernes, julio 18, 2008

Cambios aparentes

La mañana que me levanté convertido en hombre pájaro descubrí algunos misterios hasta ese momento ocultos del arte de volar. También descubrí, por esa extraña y enigmatica caracteristica humana de darse cuenta de las cosas siempre algo tarde, de los beneficios de caminar, de ir a ras de suelo, de poner los pies en la acera. La mañana que me desperté con alas, con la capacidad de volar, cambió, evidentemente, mi vida. Ya nada fue igual, podía subir a casa de mis amigos por la fachada, ascendiendo los tres, cuatro o nueve pisos por fuera, pero comprendíq eus bir en ascensor tenía su gracia, las miradas con desconocidos, el extraño encierro momentaneo, de aquello no volvía disfrutar porque las alas no me entran en los ascensores. Era genial volar, ir por encima de los tejados a trabajar, entrar por loa ventana en la oficina, pero sentí una enorme nostalgia de los dias de metro y autbus, del ajetreo en las estaciones, las miradas esporadicas con chicas atractivas. La mañana que me convertí en hombre pájaro cambiaron muchas cosas, otras permaneciron intactas. Esto, sin embargo lo escribo con el portatil desde el cielo y a mi, en el fondo, me gustaba sentarme , sentarme frente al ordenador y teclear con mis dedos y no con estas garras, que teclean, si, pero de otra forma absolutamente mas brusca

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