jueves, junio 15, 2006

El jardin de los goles que se bifurcan

Son los dias del fenomeno, esa apisonadora que todo lo puede, de ese deporte multitudinario, global, poderoso, enigmático. Son dias de futbol, de mundial. Sus detractores llevan la cara arrugada y se indignan ante el bombardeo, sus seguidores, van viendo un partido, otro partido, un resumen, un gol. Sus seguidores disfrutan de este casi multi orgasmo mundial. En cualquier caso algo esconde el futbol, algo casi tan inexplicable como la fé. Algo tiene que medio planeta se congela ante un disparo a puerta, medio planeta discute a la vez si ese piscinazo fue o no fue penalty, si ese delantero estaba o no en linea con el defensa, si fue el de Torres o el de Klose el mejor gol hasta ahora del mundial. Y creo que es justo ahí, creo que es justo en esa capacidad de multiplicar el analisis, las opiniones. En un partido todos los espectadores opinan y se apasionan. Cada uno tiene su jugador, su juego, pero a cada segundo se opina y se discute. Cada momento hay un debata abierto y todo sucede desde emociones brutales, casi desgarradas. El gol se grita con fuerza si es a favor, se atraganta si es en contra. El gol en contra duele, hace daño. El gol en contra es injusto comoa veces lo es el destino. Todo es impredecible como la vida, ese balón puede o no coger efecto y pasar entre los tres palos o dar justo en la esquina mágica donde confluyen poste y larguero. Ese balón pudo o no cruzar esa infinita linea blanca, y entonces el gol pudo o no pudo ser y no habrá unanimidad, cada uno verá el balón de acuerdo a sus emociones. Es imposible ser objetivos en el futbol, por eso es imposible e inhumana la labor del arbitro. Entonces el arbitro, hasta hace no mucho siempre de negro, es ese simbolo de la imprecisa jsuticia de esas emociones que deambula por el campo y que nadie quiere. Mientras los anti futboleros sufren y se indignan, ellos deberian ser, entonces, los arbitros, ellos que sienten rechazo por este deporte extraño e indescifrable, enloquecido.

1 comentario:

stel dijo...

bonito mundo de pasiones...
el problema (diría) es que hace tiempo que ha dejado de ser un deporte, ahora la subjetividad de la que hablas todavía va más allá, hasta niveles demasiado "extremos" padres e hijos que no se hablan porque son de equipos rivales, broncas o alegrías extremas porque un balón entra o deja de entrar.
A mi me gusta el futbol, mucho, soy socia de un equipo y voy al campo, pero hay reacciones de la gente que no entiendo...
besitos,
^^

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