martes, marzo 21, 2006

Lo que le pasó a Antoine Maurice (Capitulo 8)

Antoine se despierta y reconstruye su ayer, su pasado mas reciente. La reconstrucción es rapida, en seguida se asimilan las cosas en este lado de la realidad, pronto te ubicas, pronto recuerdas que eres un ser humano en el arranque del siglo 21, planeta tierra, tal, tal, tal. Rapido nos reconstruimos a nosotros mismos. Soy Antoine Maurice. Se pone en pie, el sol está saliendo allí, por el este y Maurice, que en el fondo es un poeta, se recrea en los colores del dios sol, en esas pinceladas, en ese despertar maravilloso que tiene el jefe del sistema allí, siempre por el este. Va asomandose y empiezan los alegres pajarillos a cantar, Antoine se estira y comienza andar. El sueño le ha puesto de buen humor y ademas empieza a recordar sus sueños. Antoine se sonríe, esas cosas de los sueños. en cualquier lugar se puede tener humor, hasta en un sueño, ahí, en medio del monte, durmiendo sobre el frio de una piedra. Se recrea en las imagenes del sueño, ese toqueteo con esa chica que era y no era alguien, era Raquel pero podría no serlo, guardaba ciertos detalles de Beatriz, una especie de Raquel convertida en Beatriz y en el sueño, sobre la fria piedra, las cosas no habian sido nada frias con Raquel, con Beatriz. El suelo de la oficina había servido de campo de batalla, Raquel, o Beatriz, aparecian como si nada y le plantaba un beso intenso a Antoine. Antoine la mira y la dice: "Hoy me iré mas tarde. La luz no se apaga" y Raquel, convertida en Beatriz, le mira y le contesta :"No la apagues, mejor encender la radio", y de ahí al suelo, las piernas se enredan, las ropas se vuelan, los cuerpos se pegan, el suelo es infinito, no hay limites para los movimientos, para las formas de Raquel, de Beatriz. Antoine se contrae en el suelo de la oficina mira la hermosa cara de Raquel, que podría ser Beatriz, la voz es de Beatriz que se levanta y se viste:"Deberías leer a Felisberto Hernandez" y apaga la luz.

Antoine se recrea en el sueño, que la ha gustado, que ha sido placentero mientras camina sabiendo que en un rato llegará a ese pueblo que se ve a lo lejos. Va contento Antoine. Se sabe en el principio del final de esta historia algo enredada, algo inoportuna, algo molesta, pero Antoine se ha levantado optimista y se dice que hasta tiene su gracia la experiencia, algo que contar algun viernes por la noche, en alguna cena de amigos. Camina a buen ritmo y se sabe cerca ya del pueblo. El aspecto, eso si, "Es deplorable"piensa Antoine al echarse un ojo, pero lo primero que hará será tomarse un café y desayunar bien, tiene un agujero en el estomago, se acercará a la comisaria y contará su historia, asumirá el enredo, argumentará sus tres decisiones erroneas, los dos puñetazos y la huida de la guardia civil, acatará las sanciones, las multas pertinentes y volverá en cuanto pueda a su vida diaria, a su normalidad.

Cruza las primeras calles de piedra, unos hombres a la puerta de una casa le miran al pasar y el les pregunta por el bar mas cercano.

.- ¿Ha tenido algún problema?. No tiene usted muy buen aspecto.

Antoine, que se siente con ganas de sincerarse, se acercq y comienza la narración de sus desdichas, el grupo de tres hombres ancianos le mira con atención y algo de lastima.

.- Pero buen hombre, usted lo que necesita es un buen baño, arreglarse, comer, coger el autobus en el pueblo de alli arriba y volver a la capital. Olvidese de la policía, lo olvidaran pronto, vuelva a su casa y haga su vida, dentro de dos meses nadie se acordará de esto. Venga, entre en mi casa, aquí le cuidara bien mi hija.

El hombre portavoz, le coge de un brazo y con la otra coge el baston, cariñosamente le introduce en su casa en la que entra llamando a gritos a Maria Luisa. Por la vieja escalera aparece la hija, Maria Luisa, y el hombre le dice que le de algo de comer y una toalla limpia, este hombre necesita reponerse, ha tenido muchos problemas. Antoine se queda mirando a la hija del buen hombre que a su vez le mira. Ella, de mirada tímida le dice que pase a la cocina, le haré un café y algo de comer, el la sigue, ella desaparece un momento y aparece con la toalla.

.- Mientras hago el café vaya duchandose- y le pide que la acompañe, se dirigen por un pasillo estrecho y bajo, llegan a un baño, ella abre la puerta y le muestra la ducha. Pero el daño ya es irreparable. Antoine la desea, ella le desea. y cuando en estas cosas entran las atracciones de por medio la tendencia suele ser la de complejos enredos, la de historias mas enrrevesadas, con mas bifurcaciones. Ella cruza el baño, le dice como abrir el agua caliente.

.- Nunca pasa nadie por aquí. ¿De donde es usted?.

.- Por favor, no me llames de usted. Soy de la capital. Ayer fue el dia mas complejo de mi vida, hoy esta empezando de manera totalment opuesta.

.- Algo complicado ha debido ser, no lleva... no llevas buen aspecto.

.- Creame, es casi increible. Esas cosas que cuando te cuentan crees exageradas. La vida es exagerada cuando se empeña.

Estan así uno frente al otro en medio del baño.

.- Bueno duchese, yo le haré el café.

Ella sale y cierra la puerta. Antoine se queda ahí, algo confundido, se mira en el espejo.

.-¿ Antoine, güevón, como puedes ponerte como un quinceañero en el estado en el que está tu vida?.

Se empieza a desnudar, se observa con atención las heridas, los pies los tiene totalmente destrozados, cierra los ojos cuando quita un trozo de camisa adherido a una herida reseca. Está desnudo, abre las cortinas de la ducha y abre el agua caliente. Se empeiza a meter y simplemente alucina de placer cuando siente el agua sobre el cuerpo, cierra los ojos y se deja empapar, el agua caliente le recorre todo el cuerpo y piensa en la chica, en Maria Luisa.

La imagen se va a negro.

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