jueves, abril 18, 2013

Excusas

Los acontecimientos trascendentales, los cambios de época, las nuevas direcciones; no suceden de golpe. Tendemos a creer que suceden de golpe, pero la realidad, visto después, con perspectiva, es que se van sucediendo lento y van dando avisos de esa transformación en pequeños destellos que luego parecen casi esquinas de un gran secreto, nudos que con cierta intuición y una capacidad abismal de análisis, nos podrían haber dado pistas del camino inescrutable que ya habían tomado. Las revoluciones se fechan, pero la revolución sucedió en ese gigantesco previo de tiempo, en ese lento despertar de un pensamiento que invisiblemente manteníamos enterrado, sometido. El big bang de las transformaciones se sucede en un microscópico universo del pensamiento, en palabras que se cuelan y abren, allí, en el subconsciente, nuevas percepciones, nuevas visiones. Un proceso que se sucede en las minas del cerebro. En ese mundo subterráneo e inaccesible. Luego sí, luego va creciendo y la realidad, en cierta forma se acomoda a esa nueva sensación, a ese inapreciable transformación. Por eso lo dejo, cariño. Por eso hasta aquí, aunque creas que es por lo de ayer, por lo de tu nueva amiga. Fue la cabeza, amor, que trabajó ajena a mis sentimientos. Eso sí: te deseo el infierno.

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