miércoles, octubre 10, 2012

La literatura necesaria

 La descripción del personaje casi siempre era un asunto secundario. Por no decir prescindible. Generalmente todo sucedía en una nebulosa imprecisa o situaciones poco claras. Nada paranormal, pero rozando lo anormal. Descripciones de momentos descolgados en la inmensidad de los momentos o del momento único, el momento total que es la suma de todos los momentos. No era literatura extrema, era externa, periférica. Nadie la leía, sin embargo en su construcción, en su insaciable creación, había una obstinada constancia, una responsabilidad y una frecuencia digna y abrumadora. Su gran virtud era su exagerada frecuencia, su volumen. El número de textos era gordo, tremendo, el número de lectores era nulo. Ni siquiera su creador se leía. Esos textos nacían agónicos para no ser leídos, pero con la constancia y la frecuencia de textos leídos e importantes. El autor acudía responsable a una cita donde no había más citados. El autor cabalgaba por una inmensa llanura, desolada y tremenda, porque para él la literatura o esa forma imprecisa de literatura era una guerra silenciosa e invisible, una lucha desesperada contra la paralización y el bloqueo. Sólo entendía una manera de no quedarse seco, no parar. Creía en el flujo como fuente del flujo. Si se empuja, aunque no haya nada, algo se desplaza. Su única misión literaria era personal. No esperaba un abrazo colectivo, un reconocimiento miserable. Lo que esperaba era sacar, como buenamente pudiera, otro texto. No ser leído, no era un impedimento, o al contrario, era un gran motor. La literatura de la soledad y el destierro. Literatura como mecanismo biológico de supervivencia. Textos como proceso físico, producto de la maquinaria casi perfecta del cuerpo humano. Literatura como salvación. Lo demás era todo secundario. La batalla era sacar diariamente producción. Avanzar con textos de los que no importaba tanto su calidad como su trascendencia interior, física, liberadora. Textos como solución, como dinámica existencial. Eso era, es y será la razón de esa literatura, si es que es literatura, cuya totalidad está contenida en este blog.

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