lunes, junio 04, 2012

Reflexiones vacías que morirán al final de la tarde

 La búsqueda del éxito es un rotundo fracaso.

 También se roba la ilusión y en ese delito el robado, además, sufre la pena.

 La única manera de plantearse hacer una actividad artística es la de disfrutar el proceso y no esperar un efecto en su culminación.

  Visualizar un final acaba con las sorpresas, indispensable para afrontar cualquier final. Los finales ni en literatura, ni en las ambiciones, deberían de existir.

 Tiene que haber un coqueteo permanente con aquello que se está haciendo, sobre todo si son canciones.

 Es imposible no absorver, por eso es tan difícil ser honesto a uno mismo. Es fácil confundir quien creemos que somos con quienes somos.

 Conversar como víctima, regañar como víctima, hacer ver que eres siempre la víctima en cada una de las relaciones de tu vida te delata como gran culpable.






1 comentario:

Anónimo dijo...

No existen víctimas, solo grandes manipuladores.

CL

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