miércoles, febrero 09, 2005

A veces las recuerdo, claro está, por separado. Nunca dos a la vez y suelo dedicarle unos dias a cada una. A veces es despues de un sueño en el que de repente me encuentro con una. Me invade entonces la nostalgia de un pasado irrecuperable, y que evidentemete tampoco querría recuperar.

A veces me veo caminando con ella, bajando por la Avenida diecinueve. No la veo bien, la veo a mi lado. Veo determinados gestos, casi no oigo la voz. Recorro entonces y durante unos minutos, lugares donde estuvimos, lugares donde hablamos. Voy recordando aquellas mañanas que coincidieron que ella no entraba aun en la universidad y yo la tuve que dejar por falta de dinero. Me veo, creo que tengo diecisiete años, ella dieciseis. Nos escondemos de su madre por toda la ciudad, con el miedo de ser vistos. Nos metemos en rincones de la ciudad donde sabemos que nadie, ningun sospechoso, nos enocntrará. Lugares lejanos de su casa. Me veo escondido en su casa, en su armario. La recuerdo, la veo y me pregunto que será de ella. ¿Donde estara ahora?, once años despues. recuerdo esa epoca de mi vida con dudas, recuerdo las emociones y soy impreciso en el recuerdo. Me recuerdo terriblemente inseguro, inseguro con ella, conmigo, con el mundo. Todo se me iba viniendo abajo. Recuerdo su cama, recuerdo con total imprecisión su cuerpo. No recuerdo los codigos que nos inventariamos para hacer el amor.

O ella, aquella, otra. Recuerdo su olor, eso es en realidad lo que me enamoró. Aquella sensación de eco. Luego la vi alguna vez mas, llevaba aquel olor aun a cuestas. Me conmovia aquel olor. Aquel olor que sentí las pocas veces que la besé. Como si si boca fuese el centro de ese olor. Me veo volviendo de su casa de noche, Barquisimeto vacio, me recuerdo andando sintiendo por primera vez la soledad intensa, la de verdad. Esa soledad que se siente cuando realmente tomas conciencia de que tu vida empieza y acaba en ti, que lo demas es pasajero, que se puede ir. Barquisiemeto tan en silencio que me empezó a molestar, quiza fuese justo ahñi cuando me empezó a molestar, por que con el tiempo descubrí que el rechazo a la ciudad nacía en mi y solo por mi. La ciudad no tenia la culpa de tantas cosas.Y ella,¿ aun llevara ese olor encima, aquel olor dulce, aquel olor que se me enterraba?. Hoy habrá salido de casa, ¿en que ciudad?,¿en que parte del mundo? y se habrá montado en autobus o en coche y el olor iriía ahí, colgando de algun lugar de su cuerpo.

Ellas que estuvieron ahí, que fueron fundamentales durante un tiempo. ¿Donde estan?. Estaban, eran, yo fuí. Creimos, imaginamos. La recuerdo ahora, aquí, todo este tiempo despues. Ni sospechará que ahora escribo esto, que hago esfuerzos por reconstruir su cara. Sus gestos. Que apenas recuerdo detalles. Situaciones. Allí lejana, anclada en una distancia infinita. Allí a lo lejos, que cada vez es mas lejos, menos visible. ¿Donde esta justo ahora mismo?. ¿Se levantará alguna mañana de estas con el sueño de ese que fuí yo?. ¿Se levantará y durante un rato andará agitada pensando en aquello del pasado que no terminaremos de comprender?. ¿Me buscará en su memoria?. Es posible, hubo complicidad, hubo intensidad. ¿Recordará aquella mañana?, ¿aquella tarde que acaba de leer "El tunel" y que estaba agitado como si me hubiese lanzado aun espacio vacio?¿Recordará la playa?¿La noche que me escondí en su habitación y que oiamos los pasos del padre?. ¿Recordará sin duda aquel domingo que llegué sin nadie saber de donde venía?. Allí mirará para recordar. Allí donde yo miro cuando me levanto aquí en Madrid y recuerdo aquello como si aun estuviese pero sin nunca estar. Así, como desde otro lado del cristal. Allí, allí...


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