lunes, diciembre 17, 2012

Españoles

 Hay quién habla pestes de su pareja: utilizan su relación para sacar verbalmente la desidia y la frustración, también el dolor y la amargura. Hay quien habla pestes de su familia, de sus padres, de sus hermanos, de sus hijos. Hay quien usa la paternidad para sentirse agotado y justificar el agotamiento vital y el cansancio y la perdida de rumbo. Hay quien usa a los amigos, a los vecinos o a los compañeros de trabajo. Yo soy más generalista, hablo mal de todos en uno: los españoles. Unifico mi frustración y mi desgana, mi rencor y mis resentimientos en esa masa confusa y poco matizada que es el concepto de español. Los españoles son, entre otras muchas cosas, el epicentro de todo lo que detesto. Terroríficamente, cada mañana, mientras me lavo los dientes frente al espejo, veo allí a uno: un español medio empezando el día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y yo los quiero cada día más.

CL

Mi lista de blogs

Afuera