miércoles, diciembre 28, 2005

Letras

Hay un pesimismo tremendo alrededor de la literatura. La pregunta a menudo es :¿Se esta extinguiendo la novela?. ¿Va a llegar la novela a su fin?. La pregunta va muy relacionada con el fin del papel, aparte, claro esta, de la temática. Muchos perciben un "Ya esta todo escrito" o un "los mejores dias de la literatura quedaron atrás". No hay nada nuevo bajo el sol.

Desde este rinconcito insignificante del planeta yo, esta vez, me uno al optimismo. No creo que se extingan las buenas páginas. Cambiará, eso si, pero insatisfechos simpre habrá y de los insatisfechos, de los rebeldes, de los inadaptados estan construidas las grandes páginas de la literatura. Mientras esten las palabras y mientras existan hombres habrá literatura. Habrá lectores de ordenador o de extraños aparatos que aun somos incapaces de imaginar, pero la tarea de leer a otro, de sentir la narración de un mundo en palabras de otro siempre será una necesidad. Cambiarán las formas, de eso se trata la vida del hombre, de un constante empeño por variar las formas sin darse cuenta que la esencia es la misma. Cambiara la manera en que leamos o en que leeran los que aun no han nacido, pero las letras estarán ahí, dando vueltas y los insatisfechos estarán reuniendolas para cambiar el mundo. Y siempre habrá la otra parte los que quieran leer lo que dicen esos. Habrá uno, aunque solo sea un gran escritor cada generación que siga. Me uno al optimismo a la hora de pensar en el futuro de la literatura por que soy un pesimista y como el mundo fue y será una porquería siempre habra que narrarlo, quererlo cambiar, contarlo.

3 comentarios:

Guy Monod dijo...

"Me uno al optimismo porque soy un pesimista"... parece la letra de un tango, de los tangos buenos desgarrados no esos que canta Julio Iglesias.

"El mundo fue y será una porquería ya lo sé..." pibe, esta noche me emborracho con grappa. Chao.

.Guy "Tango Feroz" Monod

Tecnorrante dijo...

Yo me uno a la cruzada lectora, que no escribidora, y a los que piensan que la novela no sólo no dejará de existir, sino que evolucionará lenta y sabia, como siempre, igual que el lenguaje, su columna principal.

Ciertamente este siglo veintiuno sigue siendo un cambalache, y uniéndome también al Gran Monod, esta noche lo celebro con vino tinto.

Salud, vino y alegría!

Henry S. dijo...

Bebamos pues!!

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