sábado, diciembre 10, 2005

El otro lado

Me he despertado por culpa de una pesadilla. Que extrañós esos segundos que vienen despues de abrir los ojos cuando la agitación interior de tu cabeza te lleva a despertarte bruscamente (Estoy seguro que esta frase la podría haber escrito mucho mejor. De una manera algo mas directa y mas clara). Estas ahí, en medio de la cama y tratas de asimilar rapidamente que aquello no pasó. En seguida, en mi caso, supongo que en todos los casos, indagas el motivo de esas imagenes tan poderosamente fuertes. En estas subía andando con Marta por un Boulevard que estaba en una de esas poblaciones que rodean a Madrid, no se exactamente cual, alguna que yo había colocado cerca del aeropuerto, veniamos con un grupo de gente bastante numeroso, pero ellos venian algo detrás de nosotros, caminabamos a un ritmo muy lento. Marta y yo hemos levantado la vista por que un avión exageradamente gigante y uno extrañamente pequeño sobrevolaban por encima de nosotros, y nos ha alertado que el pequeño, mas rapido que el otro, iba excesivamente pegado, de repente han chocado, y el pequeño se ha desplazado a una velocidad tremenda y sin control, ha sobrevolado el boulevard, ha pasado a medio metro de nuestras cabezas y se ha terminado colando en un casa, el ruido del chocque ha sido atronador. Rapidamente todas las personas que andabamos paseando por ahí hemos gritado y hemos mirado arriba de nuevo, el grande caía muy lento, pero sin control y de repente ha caido como una piedra pesadisima sobre un centro comercial que aparecia por primera vez en nuestra vista, el ruido esta vez ha sido el que me ha provocado despertar. Lo raro ademas de las pesadillas es la sensación que las acompaña que ademas va siempre in crecendo, de menos a mas, hasta que esa sensación entre pánico, angustia y ansiedad te agita tanto que despiertas.

Me he levantado, me he tomado un café y se ha diluido la sensación que siempre colea un rato. Hay veces que se mantiene toda la mañana, en este caso no, en este caso ha desaparecido rapidamente. Luego he recordado algo que le leí a Vila-Matas una vez. Contaba este que cuando el 11-S, volvía de Lisboa y que estuvo ojeando en el diario de Kafka lo que había escrito esa misma fecha pero 90 años antes, en 1911. Se encontró con que describía un accidente que se había sucedido en Paris y que el había visto entero, alguien atropellaba en una esquina(No recuerdo bien), hablaba entonces de la casulidad de un accidente, de una colisión, de como aquella esquina se llena de gente para observar, de como llega un policia y todo el mundo observa el desarrollo de aquello. En el ultimo parrafo de aquel texto, Vila-Matas se adelanta un año en el diario de Kafka y se va al 11 de septiembre pero de 1912, se encuentra con que este anota en su diario el sueño que habñia tenido esa noche. Un monton de barcos de guerra estan anlcados en un puerto, el puerto es en Nueva York. No me preocupa, de todas formas, el 10 de diciembre de 2094. No soy yo Kafka, no creo yo que en las afueras de Madrid dentro de 90 años suceda nada. Aunque es curioso, caigo en este momento en el que he escrito la fecha de hoy, que justamente hoy hace 16 años que me iba a vivir a Venezuela. No veo la conexión, pero igual tiene gracia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El 11 de diciembre de 2094, Murphy apartará una bandeja en su casa de Londres y dirá a Eleonor que llueve. Eleonor, cansada de su largo exilio, no responderá, porque segundos antes habrá muerto. Su hija Leonor emprenderá entonces el lento viaje de regreso a Madrid.

Vila-Matas, Enrique.

Henry S. dijo...

Usuario anonimo, eres un genio!!!

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