domingo, diciembre 04, 2005

Este post

Este post empujará al post que tiene debajo, a su vez aquel, ayer, empujo al anterior. Hay algo que me gusta en eso, la fugacidad del post, la poca permanencia. Al fin y al cabo publicar un post es eso, dejarse llevar y que esto que se escribe empuje a lo que había anteriormente. No quiero permanecer rato, ya hable de eso, si escribo es por que me relaja todo lo que ello lleva, por que uno se suelta, ademas siempre me ha gustado muchisimo el sonido de las teclas. Si escribo en un blog es por lo mismo que cuando ensayaba con los grupos con los que he tocado me gustaba improvisar, por que decias exactamente lo que te venía en gana, siempre tratando, eso si, de no desafinar, y entrar, dentro de las habilidades que se tuviesen, en el tempo definido. Comprendí el primer dia que escribí un cuento que nunca sería escritor, a pesar de lo fascinante de la figura, creo que para serlo hay que ser bastanta mas metódico, bastante mas riguroso, bastante mas paciente de lo que yo soy. Esas actitudes las voy logrando con esfuerzo en la música, en esto de teclear, me cuesta muchisimo ese de detenerme y pensar en el texto entero, en estructurar lo que voy a contar, en construir. Aquí es eso, arranca una melodia y me siento aquí medio poseido. Tantas veces me pasa eso de sentarme medio enloquecido para hablar de algo que me parece acojonante y según lo voy haciendo, aquello se diluye. Es admirable lograr eso, ese detenimiento para narrar aquello que inicialmente era una especie de posesión. Una escritora española que no me gusta demasiado decía una vez que le llamaba la atención la cantidad de gente que escribía, que cada vez aparecian mas libros autobiográficos de gentes de vida publica, ella se admiraba por que decía que en el acto de escribir había muchisima lentitud, muchisima paciencia, incluso hablaba de tedio, de llegarte a aburrir. Es cierto que a mi me costaria horrores ponerme a corregir este texto, por eso admiro tanto a los que escriben bien, a los que te entregan un texto cuidado, largo o no, pero bien escrito, bien realizado, un trabajo paciente. Admiro por que yo soy incapaz de hacerlo y por eso me gusta leer y ver que hay unos cuantos tios y tias que si lo hacen o lo hicieron. Por que aparte del valor artistico hay tambien un valor artesanal, un oficio lento y hermoso de ir puliendo palabra a palabra. Me pasa con Alejo Carpentier, que lees una página y dices, ¿Pero como pudo haber escrito esto?, ¿Como fue capaz?. Como una descripción puede ser tan sublime, ya no solo, insisto, artisticamente, sino como oficio, tan bien trabajada, como si en vez de escribirlas hubiese ido tallando, una a una, las palabras.

Por eso y por algunas cosas mas, esto que escribo no tiena mas intención que empujar al post de abajo. Así, uno detrás de otro, en una hilera de palabras torpes, aunque eso si, siempre emocionadas. Unas, las pobres, empujandose a las otras, amonotonandose en algun lugar del Ciberespacio, amonotandas al final de donde alcanza el monitor, ese horizonte cercano que es la parte baja de este monitor. Amontonadas. Amonotonadas. Amonotodonadas. Amotodonada. Amonotonotodomonotononada.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Una palabra no le dice nada a otra palabra que no pueda leérsele en la cara.

Este comentario no dice nada tampoco, solo se coloca para que sea empujado pa' bajo por otro comentario mas sesudo o al menos menos inútil.

Henry S. dijo...

En este caso el siguiente comentario empuja hacia arriba

Anónimo dijo...

En este caso los comentarios nunca desaparecen, aunque su autor y el dueño del blog pueden borrarlo para siempre.

La primera parte de Anómino Rodríguez no la entiendo. Pero de la segunda si puedo decir que este comentario si dice algo, como todos los comentarios dicen algo, así sean sesudos o inútiles, así empujen para abajo o para arriba, así sean escritos solo para ser escritos con la intención con que todos los comentarios han sido escritos aquí. Ya, cumplí mi misión.

Anónimo dijo...

La embarré con lo de "empujado pa' bajo"... que c...

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