viernes, enero 28, 2005

Amigos invisibles

Es importante ver quien eras. No es sencillo, y es posible que nos pasemos una vida entera tratando de entender quien fuimos como respuesta para sobrevivir en el presente manejando mejor esa maquinaria que somos nosotros mismos y que es la maquinaria, cuirosamente con la que tenemos que aprender a vivir. El software instalado en este cuerpo y que es el software que me maneja por las calles, por aquí, por allá. (Nunca me ha gustado este lenguaje metaforico en el que se utiliza la nueva tecnologia como metafora de nosotros mismos, pero soy parte del montón y no tengo mas recursos)

Me he dedicado hoy a pasear un poco por Madrid. Hacía un frio intenso, pero masticaba la nostalgia de algo del pasado. Ayer hable con Felix y ví que ambos teniamos ganas de vernos, quiza por que con Felix hay esa cosa de la conexión. Felix siempre fue intelectualemnte brillante, un tipo admirablemente inteligente, con el que se podia hablar de todo, hasta altas horas y a menudo dominados por una intensa borrachera. Le confesé mis ganas de una de esas charlas. Tengo ganas de una charla con Felix, de un paseo por Madrid con Eduardo, de hablar de proyectos que nunca realizaremos, de algo de música. Eduardo tiene un talento increible para oir música, y ese no es un talento habitual. Eduardo escoge con gran gusto la música que oye. Eduardo es un optimista en potencia, un tipo realmente especial. Alguien que hace que la vida sea bastante mas agradable, un amigo infinito. He recordado a Martín, y sus fotos. Martín que cuando esta cerca te da tanto buen rollo, tanto cariño. He ido comprendiendo a MArtín con lentitud. Desde el principio nunca entendí como Martin a veces estaba tan cerca y otras tan lejos. He comprendido que MArtin da todo y por eso no es constante por que ese todo lo va girando y va dando todo por ciclos. El es constante en darlo todo, y constante en el movimiento, pero no es constante la persona que recibe ese todo. Esa persona va variando. Hoy aquí, mañana ni el lo sabe. Y me gusta ese Martín con el que se comparten cosas, inquietudes, risas. El Martín complice, del que todo el mundo se enamora y que el entrega por capitulos. Esos son mis mejores amigos del pasado. La gente de ayer y que aun y a pesar del tiempo, ahí se mantienen. La gente que hoy tantas ganas tenía de ver, en este dia frio de finales de Enero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nachin, no se que decirle, mejor le mando una foto frente a la computadora y describire mejor como estoy leyendo su nota. Que bonito me parecio eso, de verdad que le agradezco mucho esas palabras, y las que hablan de Eduardo, y las que hablan de Felix, que hablan de usted. Los quiero un monton a los tres, deberia decirlo mas a menudo.

Mi lista de blogs

Afuera