Lo que no saben es que cuando cierro la puerta las cosas no son así. Lo que no sospechan es que me quito la ropa y me miro al espejo y me siento pesado y lento, que me asomo a la ventana y oigo el tráfico al otro lado, por la plaza, y que me tumbo en el sofá y que enciendo la televisión y que no sucede nada. Que tengo el libro entre las manos y no lo leo y que de repente se me cae una lágrima y que lo que afuera son risas y una aparente seguridad se desvanece y me quedó quieto. Entonces fumo y pienso: "Ya no hay vuelta atrás, demasiado tarde, Julio", y pienso que hoy todavia es julio, que soy Julio en julio y que en julio la ciudad se va quedando vacia como este Julio. Y la casa pesa y huele a ese olor viejo y pegadizo que luego arrastro cuando salgo y río y hablo de escritores y poemas y de la idea firme de vivir así, de la filosofía ferrea que hay detrás de todo eso. Estoy aquí, soy este y ya no hay vuelta atrás. No conquiste el cielo a mi que esperé tanta gloria y tanto cielo y esperé el aplauso unanime del colectivo cercano, la admiración por la firme decisión y por mi valor. No hay nada de eso. Lo que no saben es que cuando estoy aquí me miro las canas y los ojos cansados y las carnes que cuelgan y la piel desgastada y sospecho que tampoco era esto. No era lo de ellos, también lo sé, eso siempre lo supe, pero no era esto. Y cierro los ojos y no me duermo. Si supieran que tantas noches la luz apagada y yo aquí dando vueltas por el universo del sofá donde se me viene todo, aquellos otros años y los otros. Si supieran que en el fondo me duele ser este, vivir aquí, para siempre. Que en el fondo todo es miedo y que tantas veces lo negué y tantas veces niego. Y cierro los ojos. Soy Julio en julio y ya llegará agosto.
http://es.youtube.com/watch?v=MwA96dZm6Mw
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