Media tarde

La última vez que se vió seriamente en el espejo tenía bastantes menos años, algo mas de pelo y menos kilos encima, las carnes eran algo mas duras y la mirada llamativamente mas viva. La última vez que estuvo así, mirandose de verdad, sin demasiados tapujos, a fondo, como nos miramos unas pocas veces en la vida, fue en otras circustancias, en un baño, en el espejo de un baño de una casa. Ahora el espejo es el de una cafeteria del centro de la ciudad que la he devuelto a ese hombre maduro con el que no se ha identificado. La ultima vez que se vió así, sin filtros, no fue consciente del tiempo. Ahora sí. Ahora tiene unos cuantos años ya encima y no esta del todo comodo con lo que hay dentro de esa imagen. Ahora el tiempo es una losa y le queda menos tiempo para hacer todo lo quie quería haber hecho. Se ha quedado pensando en el tiempo, mientras ha visto que el pelo es casi ya blanco, y ha recordado una frase que oyó hace años: "La vida es una lucha por existir sabiendose de antemano derrotado". Y ha recordado algunas cosas que tenía que hacer hoy. Se ha encendido un cigarro, ha pedido otro café y ha dejado de pensar en el, o si en el pero en lo que le rodea, en las periferias de los individuos que son los otros individuos. La ultima vez que se miro en el espejo no había, sin embargo, ni la mitad de lo que hay ahora. Había menos arrugas, pero estas tienen su sentido ahora. Se mira de nuevo y asume lo que ve. El problema de envejecer no es mas que de uno mismo, piensa. hay quienes sueñan con una juventuid que no vivieron y que se inventan ahora, pasados los años, que fabulan y rellenan de detalles. Mejor ahora, piensa. Mejor así, con estos fracasos y derrotas acuestas y no con esas victorias que no existieron. Mejor ahora que cada dia hay que crearse una historia para salir a la calle. Mejor ahora que se mira atrás y se ve lo que ya esta hecho y se pueden sacar algunas conclusiones. Mejor reconocerse en esas carnes desgastadas, desgastadas en el camino, que no saber el valor de una carne nueva. Lo malo del tiempo es que va mas rapido que nuestra cabeza, cuando asimilas que ya no eres un niño de repente eres un anciano, pero prefiero cruzar esa puerta ahora, con todo esto en la espalda que no inventarme lo que nio he vivido. Prefiero recordar esos detalles de los que no fui consciente sino hasta hoy. Los pequeños detalles, las pinceladas. Aceptar que se es ese del espejo. Soy ese. Mañana ya seré otro