jueves, diciembre 08, 2011
La gripe del cuento corto
Un cuento corto debería ser tan contundente, repentino y liberador como un estornudo. Esa fracción de tiempo tan breve en el que arranca, se desarrolla a gran velocidad y concluye explosivamente una historia Un estornudo es el paradigma del cuento corto. Todo cuento corto aspira a ser un estornudo. Ese picor en la nariz que crece, crece, crece hasta ese momento en el que casi resulta insportable, viene un parón, un instante en el que todo se detiene, es una fracción de tiempo en la que empeiza la resolución y de repente, los pulmones se hinchan, se agrandan los orificios nasales y sucede la explosión. Todo se expande sonoramente. Se va el picor y el cuerpo se queda agitado. Devastado después de la batalla. Se acabó.
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