1.- Recortando un cuento corto.
Escritor, a tiempo parcial, de cuentos cortos que hablaban de cuentos cortos o de cuentos cortos con final abierto, que son cuentos cortos infinitos.
2.- El editor comunicó que aún no había terminado de leer aquel cuento corto
Empeñado en encontrar una palabra que fuera de principio a fin un cuento corto.
3.- Esto no es un cuento corto. Es más largo de lo que parece.
Generalmente jugueteaba con la idea del cuento fugaz o poco definido.
4.- ¿Si corto un cuento tengo un cuento corto?
Los recopiló, uno detrás de otro. 1, 2, 3, 4, etc, etc... y fueron muchos cuentos cortos
5.- El mejor cuento corto es el que más rápido se lee y del que más tiempo perdura su lectura.
Los corrigió, los presentó, orgulloso, decidido. Los mandó a editoriales. Esperó respuestas
6.- Todo principio es un cuento corto con final abierto.
Desesperó. Nadie contestaba.
7.- Si escribiera un ruido, todo lo que ese ruido conlleva es, de por si, un cuento. ¡Plash! Imaginen ustedes.
Pasaron dias, meses. Nada. Dudó. ¿No gustan mis cuentos cortos?
8.- Espacio para rellenar por el lector.
Las esperas, decididamente, no son cuentos cortos.
9.- Los grises de un escritor en blanco.
Pensó, concluyó. Nadie publicará mis cuentos cortos. Ese día tenía una carta en el buzón. La abrió.
10.- Este cuento se acabó
En la carta se leía: "Hemos recibido sus cuentos cortos. Aún los estamos leyendo"
2 comentarios:
:) muuu bueno
este post es tremendo, no hace falta que te lo diga.
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